Y el resto lo hace el sol
















Propuesta para el concurso Pabellón Eco 2025 - Finalista
El Eco, como lugar, está conformado por una mezcla de características físicas e intangibles: los elementos formales que generan el recorrido que culmina en el patio, los muros que lo confinan, el entorno que lo rodea —los edificios colindantes, la jacaranda y laureles de la banqueta, los árboles del parque Sullivan—, el recorrido del sol y su efecto en las formas y materiales —sombras, color, temperatura—, así como los olores o sonidos provenientes de la calle. Mi proyecto parte del estudio de estas características y de su capacidad de cambio a lo largo del día, para proponer una intervención que se cimienta en la experiencia del espacio; una instalación de sitio específico, que solo tiene sentido dentro del contexto de El Eco y no es replicable fuera de él.
La propuesta se suma a la secuencia espacial creada por Matthias Goeritz y la prolonga al interior del patio por medio de dos elementos arquitectónicos básicos y reconocibles: un muro y un techo. Los planos vertical y horizontal, en su forma, emplazamiento y materialidad, interactúan con los elementos formales del patio y del contexto para crear nuevas relaciones espaciales y visuales. Adicionalmente, dos puntos específicos del patio pintados de bermellón y lila —un color cálido y uno frío— dialogan con el amarillo de la torre y los colores de los muros colindantes. La experiencia sensorial se construye a partir de luz, sombra, color y reflejos, y su transformación se da de manera continua durante el transcurso del día.
A lo largo del recorrido, entre el tejido de lo nuevo y lo existente, surgen distintas instancias que invitan a la observación, imaginación y reflexión. Al dirigir la mirada del visitante hacia puntos específicos se generan momentos de contemplación sutiles y pasajeros; dentro de lo ordinario de una escena, la atención que se pone en ella la vuelve extraordinaria.
El proyecto propone un espacio principal amplio y polivalente, que permite distintos tipos de uso e interpretaciones: un punto de reunión, un lugar de estar, un foro, un área de exposiciones. Las características formales de los elementos arquitectónicos promueven o sugieren usos particulares del espacio. El muro curvo, por un lado, separa visualmente el interior y el exterior del museo, vestibula la salida al patio y obliga a recorrerlo para descubrir el espacio principal de la intervención; por el otro, genera un respaldo contra el cual sentarse, un escenario o un lienzo donde se proyectan los cambios de luz y sombras. La puerta y la ventana que lo atraviesan, enmarcan las vistas y establecen relaciones visuales entre distintos puntos de la intervención; lo que se muestra y lo que se oculta tiene la misma importancia. El techo, colgado de los muros laterales, otorga sombra al espacio y permite que se use de manera libre y sin obstrucciones; su posición ligeramente girada respecto al eje principal del patio, aporta una direccionalidad inesperada al espacio. Un recorte en la cubierta, invita a observar la jacaranda de la banqueta y a relacionarse con el entorno. Como complemento al conjunto, una banca lineal ofrece un lugar de pausa y descanso.
El uso de un único material resalta la forma de los elementos arquitectónicos, permitiendo una clara lectura de los mismos como elementos formales abstractos: tanto el muro como el techo están construidos con estructura metálica recubierta con lámina acanalada galvanizada. La lámina galvanizada, un material comúnmente usado en el ámbito urbano tanto en muros, tapiales o cubiertas por su accesibilidad, bajo costo y fácil montaje, refleja la luz del sol, los colores en las paredes, así como el cielo, los árboles y la gente que se encuentra en su interior. La elección de materiales, en sus características dinámicas y cambiantes, contrasta con los elementos fijos del patio, entendiendo la intervención como algo ajeno y temporal a la obra.
El sistema constructivo y los detalles de montaje permiten la recuperación y reutilización de la estructura y de la lámina, respondiendo a la naturaleza efímera de la intervención, así como a los requerimientos de un impacto ambiental menor. Siguiendo esta misma idea, la banca está construida con blocks de cemento gris simplemente apoyados, sin mortero, para posibilitar su reutilización.
Esta propuesta es una oportunidad para reflexionar acerca de las características que constituyen un lugar, y cómo a través de la arquitectura se pueden entretejer las capas históricas, sociales y culturales que lo componen para generar nuevos significados o interpretaciones.
Ubicación: Museo Experimental El Eco, Ciudad de México (MX)
Año: 2025
Dibujos
El Eco, como lugar, está conformado por una mezcla de características físicas e intangibles: los elementos formales que generan el recorrido que culmina en el patio, los muros que lo confinan, el entorno que lo rodea —los edificios colindantes, la jacaranda y laureles de la banqueta, los árboles del parque Sullivan—, el recorrido del sol y su efecto en las formas y materiales —sombras, color, temperatura—, así como los olores o sonidos provenientes de la calle. Mi proyecto parte del estudio de estas características y de su capacidad de cambio a lo largo del día, para proponer una intervención que se cimienta en la experiencia del espacio; una instalación de sitio específico, que solo tiene sentido dentro del contexto de El Eco y no es replicable fuera de él.
La propuesta se suma a la secuencia espacial creada por Matthias Goeritz y la prolonga al interior del patio por medio de dos elementos arquitectónicos básicos y reconocibles: un muro y un techo. Los planos vertical y horizontal, en su forma, emplazamiento y materialidad, interactúan con los elementos formales del patio y del contexto para crear nuevas relaciones espaciales y visuales. Adicionalmente, dos puntos específicos del patio pintados de bermellón y lila —un color cálido y uno frío— dialogan con el amarillo de la torre y los colores de los muros colindantes. La experiencia sensorial se construye a partir de luz, sombra, color y reflejos, y su transformación se da de manera continua durante el transcurso del día.
A lo largo del recorrido, entre el tejido de lo nuevo y lo existente, surgen distintas instancias que invitan a la observación, imaginación y reflexión. Al dirigir la mirada del visitante hacia puntos específicos se generan momentos de contemplación sutiles y pasajeros; dentro de lo ordinario de una escena, la atención que se pone en ella la vuelve extraordinaria.
El proyecto propone un espacio principal amplio y polivalente, que permite distintos tipos de uso e interpretaciones: un punto de reunión, un lugar de estar, un foro, un área de exposiciones. Las características formales de los elementos arquitectónicos promueven o sugieren usos particulares del espacio. El muro curvo, por un lado, separa visualmente el interior y el exterior del museo, vestibula la salida al patio y obliga a recorrerlo para descubrir el espacio principal de la intervención; por el otro, genera un respaldo contra el cual sentarse, un escenario o un lienzo donde se proyectan los cambios de luz y sombras. La puerta y la ventana que lo atraviesan, enmarcan las vistas y establecen relaciones visuales entre distintos puntos de la intervención; lo que se muestra y lo que se oculta tiene la misma importancia. El techo, colgado de los muros laterales, otorga sombra al espacio y permite que se use de manera libre y sin obstrucciones; su posición ligeramente girada respecto al eje principal del patio, aporta una direccionalidad inesperada al espacio. Un recorte en la cubierta, invita a observar la jacaranda de la banqueta y a relacionarse con el entorno. Como complemento al conjunto, una banca lineal ofrece un lugar de pausa y descanso.
El uso de un único material resalta la forma de los elementos arquitectónicos, permitiendo una clara lectura de los mismos como elementos formales abstractos: tanto el muro como el techo están construidos con estructura metálica recubierta con lámina acanalada galvanizada. La lámina galvanizada, un material comúnmente usado en el ámbito urbano tanto en muros, tapiales o cubiertas por su accesibilidad, bajo costo y fácil montaje, refleja la luz del sol, los colores en las paredes, así como el cielo, los árboles y la gente que se encuentra en su interior. La elección de materiales, en sus características dinámicas y cambiantes, contrasta con los elementos fijos del patio, entendiendo la intervención como algo ajeno y temporal a la obra.
El sistema constructivo y los detalles de montaje permiten la recuperación y reutilización de la estructura y de la lámina, respondiendo a la naturaleza efímera de la intervención, así como a los requerimientos de un impacto ambiental menor. Siguiendo esta misma idea, la banca está construida con blocks de cemento gris simplemente apoyados, sin mortero, para posibilitar su reutilización.
Esta propuesta es una oportunidad para reflexionar acerca de las características que constituyen un lugar, y cómo a través de la arquitectura se pueden entretejer las capas históricas, sociales y culturales que lo componen para generar nuevos significados o interpretaciones.
Ubicación: Museo Experimental El Eco, Ciudad de México (MX)
Año: 2025
Dibujos







